miércoles, 15 de septiembre de 2010

La labor de la Marina de Guerra española en la costa marroquí

De la Marina de Guerra, poco se hablaba en la prensa de la época sobre su papel en la Campaña de Marruecos, cuando jugó un papel muy importante. Cándido Lobera, director, fundador y propietario del rotativo melillense “El Telegrama del Rif”, elogiaba en sendos artículos el papel de nuestra Marina en aquellos tiempos, ya que sus misiones, que consistían en vigilar la costa, una costa hostil con apenas dos abrigos donde resguardarse en más de 90 millas, llevando a cabo esa vigilancia desde Afrau a la desembocadura del río Lau, con el consiguiente problema de la persecución del contrabando, fuente a pesar de ser a pequeña escala, de abastos y armas para los rifeños, esperando les fueran entregadas embarcaciones armadas de pequeño calado para poder perseguir a esos contrabandistas a las calas donde se ocultaban y en el que los marinos no podían entrar por el calado de sus naves y, siempre con la inestimable ayuda del inglés al rifeño, menos mal que el contrabando a mayor escala, entraba por tierra y Francia, se hallaba por la labor de perseguirlo conjuntamente con el español. Dichos elogios, que incluían el repliegue ideado por el Directorio Militar de Primo de Rivera, dirigidos a nuestros marinos, quedaron recogidos en el citado diario de
la forma siguiente ( textual ):
( Rada de Tánger )


“…La guerra en Yebala
Labor de la Marina de Guerra en la costa marroquí

La opinión no aprecia debidamente la inmensa labor de nuestra Marina de guerra en Marruecos, tal vez por lo poco que de ella se habla y escasas informaciones, no siempre posibles debido a la naturaleza de ciertos servicios que la prudencia impone silenciarlos. Sin embrago, discretamente puede divulgarse algo que permita formar juicio de su loable intervención en esta guerra, cuya trascendencia reconocen propios y extraños.

Tres misiones le están encomendadas: Vigilancia, abastecimiento de posiciones y bombardeo. Desde 1921, realiza el bloqueo del litoral rebelde, habiéndose intensificado los últimos meses. Las fuerzas navales en Marruecos, bajo el mando del contralmirante Guerra, que tiene como jefe de Estado Mayor al capitán de fragata Boado, se hallan así integradas: Cruceros “Cataluña” y “Extremadura”; cañoneros “Canóvas del Castillo”, “Bonifaz”, “Recalde”, “Laya” y “Lauria”; diez guardacostas; dos torpederos y siete barcazas “K”, de las que usaron los ingleses en los Dardanelos y costa de Bélgica. Los transportes de guerra y el “España 5”, prestan también excelentes servicios.
Cañoneros y guardacostas turnan en la vigilancia, desde Afrau al río Lau, permaneciendo en el mar cincuenta y seis horas consecutivas. Es tan poco hospitalaria la costa marroquí, que sólo cuenta dos refugios; uno en Gomara para vientos de Poniente, y Cala Tramontana para Levantes; los demás son pequeñas calas, exclusivas para cárabos. Es decir que hay noventa millas sin abrigo.

La persecución del contrabando es continua, tenaz y puede afirmarse que merced a la vigilancia ejercida, no se ha efectuado en grande escala. Los pequeños alijos son inevitables. Despliegan tal osadía y tan extraordinarios recursos los contrabandistas, que pocas veces son apresados; y cuando nuestros barcos les persiguen, encuentran la documentación en regla y nada sospechoso en las bodegas. Sin duda arrojan la carga al verse sorprendidos.

Díganlo esas gasolineras de la matrícula de Gibraltar “Silvia” y “Estrella de Oriente” y tal cual pesquero o vaporcito, fichados como sospechosos. Aquellas pertenecen al grupo financiero que acaudilla el capitán Gardinier, célebre por sus jocundos contratos con Abd-El-Krim. Periódicamente anuncia nuestro cónsul las salidas y como los motores le permiten un andar de dieciocho millas, y son los tripulantes gentes arrojadas, muy conocedoras de los recovecos de la costa, resulta difícil darles alcance.

Suponemos se habrá formulado enérgica reclamación y también adivinamos la respuesta. Que cargan en alta mar. Si se invirtieran los términos y una nación tuviese el convencimiento de que barquitos españoles pertrechaban a gentes levantadas en armas contra ella, habrían exigido el decomiso.

A este propósito recordamos un caso que viene como anillo al dedo. Se publicaba años atrás, en Algeciras “El Centinela del Estrecho”, y sus 37 números fueron denunciados, y al fin suspendido el semanario, a instancias de las autoridades gibraltareñas.

Cerca de Alhucemas, apresó el crucero “Extremadura” cierto buque holandés, que había mandado un bote a tierra con tres personas. La requisa produjo el resultado negativo de siempre. Confidencias posteriores anunciaron que, ese u otro barco de igual nacionalidad, proporcionó a los rebeldes fusiles, cartuchos y granadas de mano.

Los guardacostas soportan en el mar grandes temporales, pues esta es su principal característica. Por lo demás, sólo andan de ocho a nueve millas y calan cinco metros. Para terminar con los pequeños alijos, pronto se incorporarán a la escuadra de Marruecos gasolineras armadas, de mucho andar, que puedan internarse incluso en las calas.

Todas las semanas destruíamos algunos cárabos que se aventuran a la pesca. El tráfico de mercancías, de mucho valor y poco peso, que se realizaba por las costas de Gomara, en prejuicio de las aduanas, se halla totalmente suspendido, lo que constituye rudo golpe para los ribereños, cuyo bienestar deben al hecho de ser obligados intermediarios de las kabilas del interior.

El contrabando en gran escala, se ha realizado y realiza por la frontera terrestre; procede de la otra zona y de Tánger, sostén de la rebeldía y uno de sus más poderosos auxiliares. Esta afirmación no lleva consigo la anuencia de las autoridades del otro Protectorado, tan interesadas como las nuestras en perseguir el armamento de los rebeldes.

El productivo comercio del litoral marroquí con las lazas africanas, Argelia y Gibraltar, se halla prácticamente suspendido desde hace tres años, y como las cosechas fueron mediocres, sólo se concibe la pujanza de nuestros enemigos, por los auxilios en metálico y en especie que reciben de sus colaboradores. De otras suerte, la miseria y la falta de municiones, les hubiera hecho claudicar.

La labor de nuestros marinos es dura, penosa y exige fatigas y penalidades que gustosos soportan. A la vigilancia de la costa bravía, precisa añadir otros servicios. Abastecimiento de puertos y cooperación a las operaciones de tierra. De ellos trataré en el siguiente artículo…”
( Acorazado "Pelayo" )
“…Labor de la Marina de Guerra en la costa marroquí
Evacuación de posiciones
(De nuestro director).

El litoral berberisco, asilo del primer enviado de los Califas de Oriente, cuna de los famosos gomeres, es tan bravío y poco hospitalario como la indómita raza que lo puebla. Las posiciones que ocupamos .recientemente evacuadas- prueban lo ilusoria de la solución por la fórmula línea costera, irradiando influencia sobre el interior. Su enlace terrestre con Tetuán, hubiera exigido costosos caminos, nuevas posiciones y columnas móviles en constante movimiento, -la razón de la columna es el puesto y la del puesto la columna- esquivándolos, se las aprovisionó por vía marítima.

La Marina de guerra puede testimoniar las dificultades de la empresa, aún en tiempo de paz, por tratarse de ensenadas abiertas a todos los vientos; menos mal, que sus grandes fondos permiten aproximarse mucho a tierra. Cien veces abandonaron los barcos el puerto de Ceuta, y pocas lograban el abastecimiento en la primera salida. El 18 de Febrero fue necesario enviar socorros a M’Ter, y hasta el 26 no pudo desembarcar el entonces coronel Serrano, jefe de la columna.

Las grandes barcazas “K”, constituyen auxiliares poderosos de ese servicio; las dirigen maestres de marinería, tienen dos motores de petróleo y gasolina y su capacidad permite el holgado transporte de 400 hombres. Dos remolcadores, “El Gaditano” y “Ferrolano”, al mando de alfereces de navío, la auxilian, escoltándolas y protegiéndolas guardacostas y cañoneros. El invierno y hasta la primavera, fueron duros para estos marinos, que capeando temporales esperaban momentos de relativa calma para echar en tierra víveres y municiones. Únicamente quiénes soportaron labor tan ruda, de escaso relieve, pero de gran importancia, saben el esfuerzo desplegado y penalidades sufridas, acrecentadas desde Febrero, fecha en que gomaris y rifeños iniciaran los ataques contra M’Ter. A las inclemencias del tiempo, se unió la hostilidad enemiga el peligro y mutuo apoyo, han establecido sólidos vínculos de compañerismo entre las fuerzas de mar y las de tierra.

Intensamente ha cooperado la escuadra de Marruecos a la defensa de posiciones costeras, abatiendo con sus fuegos el empuje rebelde, cañoneando las concentraciones que desde Alhucemas se dirigían a la zona occidental y acallando los fuegos de las baterías emplazadas desde Sidi Dris a Gomara. Alguna pieza fue desmontada por los marinos, no obstante su disposición habilísima que las oculta – como si montadas estuvieran sobre montajes eclipse- tan pronto disparan.

Sabida es la abundancia de municiones de los rebeldes, incluso de artillería; centenares de granadas han disparado contra nuestros barcos y solo dos hicieron blanco; una en el “Cataluña” al chocar contra un candelero del toldo; otra, en el “Extremadura”, debajo del castillo; los marinos han pagado también su contribución de sangre. La escuadra bombardea eficazmente la costa, ha destruido poblados y embarcaciones morunas, inflingiendo duro castigo a los tercos que desoyen las voces de la concordia.

La evacuación de posiciones, ha desplegado valor, pericia y entusiasmo. Una sola noche bastó para llevar a bordo 700 hombres de la guarnición de M’Ter, 25 cabezas de ganado, 5 piezas de artillería y 150 toneladas de víveres y municiones. El enemigo se apercibió al nacer el día; era tarde para oponerse; cuando entró en el campamento, nada quedaba aprovechable. El maestre de una de las barcazas resultó herido.

La evacuación de Tiguisas fue más accidentada, por lo mucho que arbolaba el mar, A última hora se dieron cuenta los rebeldes, interviniendo eficazmente el “Extremadura”, “Cataluña” y torpedero “19”. A la salida del sol, se hallaban a bordo hombres, ganado e impedimenta. Ocupó el enemigo un pequeño blocao y tuvo el “Laya” la fortuna de volarlo pereciendo cuantos osadamente lo asaltaran.

Targa es playa ideal, superior a las más alabadas; allí se trabajó mucho, no dejando ni un grano de arroz. La evacuación de Magán, Messala y Kaasera, se hizo en pleno día mediante operaciones combinadas, que desconcertaron el enemigo. Tampoco costó bajas realizándose así de modo brillante y casi incruentamente el proyecto del Directorio de abandonar las posiciones desde M’Ter al Lau.

Los ribereños adictos, no quisieron quedar expuestos a las iras de los rebeldes. Las bracazas “K” han conducido hasta Río Martín a esos kabileños, a sus ganados y ajuares. Hoy, 1.500 gomaris y benisaidis acampan no lejos del poblado español, pescadores de oficio, ejercen su industria, protegidos cuando se alejan por los guardacostas. Las aguas de Gomara ofrecen en cantidad fantástica, calamares y las más variadas especies, que los refugiados llevan al mercado tetuaní, hallando larga compensación para su trabajo.

La escuadra del contralmirante Guerra, de la que es jefe de Estado Mayor el capitán de fragata Boado, tiene en su haber otros servicios, que la discreción silencia. Ella cosntituye eficaz salvaguardia de Afrau, Lau, Alhucemas y Peñón; ella impide la pesca a los rebeldes y el comercio, del que obtenían pingües rendimientos rifeños y gomaras; y en fin, pone coto al contrabando, en la medida de lo posible, demostrando elevado espíritu, valor e inteligencia. El día que disponga de gasolineras armadas, de rápido andar, dará caza a las que, al amparo de su velocidad, logran de tiempo en tiempo, burlar la vigilancia y refugiarse en las calas.
Los marinos de guerra son dignos compañeros de los soldados que en tierra se baten bravamente, y como ellos acreedores de la gratitud de España.

Candido Lobera….”


Fuentes:
“El Telegrama del Rif”, Melilla jueves 9 y viernes 10 de octubre de 1924, pág 1, núms. 8.406 y 8.407.

Introducción y recopilación: Hans Nicolás i Hungerbühler

lunes, 30 de agosto de 2010

1910: LA PRIMERA GRAN FERIA DE MELILLA

Los festejos patronales de nuestra ciudad tienen su origen en el año 1571, pues fue a partir de entonces cuando se tiene por Patrona a Nuestra Señora la Virgen de la Victoria.
Si bien sus celebraciones no adquirieron carácter de Feria, tal como hoy la entendemos hasta el año 1903, cuando la Junta de Arbitrios decidió que los periodistas, aquellos que habían traído el desasosiego a la ciudad al divulgar la guerra civil desatada en el entorno fronterizo marroquí, fueran los encargados de organizar los primeros grandes festejos patronales, Feria de Melilla. Entonces nuestra ciudad contaba con una población cercana a los 10.000 habitantes, de los cuales 5.800 eran civiles y 3.500 componían su guarnición militar.
Anteriormente, en los años 1901 y 1902 se celebraron festejos coincidiendo con la festividad del Corpus y coronación de Alfonso XIII. Las dos primeras ferias, en los años 1903 y 1904, tuvieron como marco el Paseo del General Macías y calles adyacentes del Barrio del Mantelete, más al iniciarse la construcción del Puerto e instalarse en ese paseo vías férreas, las autoridades con buen criterio decidieron trasladarlas al Parque Hernández y Plaza de España.


En 1909 no pudieron celebrarse los festejos patronales al iniciarse el 9 de julio de ese año la Campaña del Rif. Guerra que trajo consigo la multiplicación de la población civil y militar, pues la primera pasó de 12.000 a 21.000 habitantes, mientras que la guarnición llegó a superar la cifra de 40.000 soldados. Tendencia alcista que únicamente se mantuvo entre los civiles, quienes entre primero de año y el 15 de septiembre de 1910 aumentaron en 5.163 personas. Todo ello hizo que muchos deseasen unos festejos en 1910 superiores a los anteriores, más la falta de estímulo, fondos municipales y ausencia de una Comisión de Festejos permanente lo impidieron. No obstante se derrochó ilusión e ingenio en todo cuanto se realizó.
Vista aérea del Parque Hernández, escenario habitual de celebración de las ferias de Melilla desde el año 1905

Programa de los festejos de 1910
Pocas fechas antes de su inicio la población de Melilla conoció las actividades previstas para celebrar los festejos patronales de la ciudad gracias a su publicación en las páginas del diario El Telegrama del Rif.
Al igual que ocurriera en la edición anterior de 1908, se proyectaron los festejos para que tuvieran lugar entre los días 8 y 13 de septiembre inclusive. Comenzaron el jueves 8 con la tradicional Diana y Cabalgata por los barrios de la ciudad, función religiosa en la iglesia parroquial, inauguración de la tómbola benéfica y ya por la noche con la iluminación y música tanto en el Parque Hernández como calle Chacel, actual Avenida. Constituyendo la utilización de la Avenida una novedad seguramente destinada a acoger a parte de la aumentada población local, descongestionando el Parque.
Sin embargo el baile popular celebrado en la Avenida en la tarde del segundo día de Feria resultó un fracaso, al negarse los concurrentes a danzar ante tanto público.
También en esta jornada inicial, a las diez de la noche se pudo contemplar la primera vista de fuegos artificiales. Teniendo lugar la segunda el domingo 11 sobre el Cerro de Santiago.
Hubo competiciones de regatas y cucaña en la rada, magno concierto con la actuación de todas las bandas de música de la guarnición, carreras de bicicletas y burros, y a modo de colofón en la última noche el desfile de una Gran Retreta Militar.
Actos que siempre estuvieron acompañados con los habituales puestos de buñuelos, barracones de espectáculos, casetas y atracciones diversas
En estos eventos lúdicos ejerció la presidencia de la Comisión de Festejos de la Junta de Arbitrios, el señor José M. Repiso, oficial auditor.
En los días previos al inicio de los festejos el general José Marina dejó el mando de la Plaza y al igual que ocurre en el presente año 2010, los musulmanes comenzaron a celebrar el mes sagrado del Ramadán.


Sin espectáculos taurinos
Una novedad de las fiestas patronales del verano del año 1910 fueron la ausencia de las tradicionales corridas de novillos que se celebraban en la plaza de toros del antiguo barrio de Triana, hoy denominado Industrial, y que estuvo ubicada aproximadamente donde hoy tienen sus instalaciones las empresas GASELEC y CABLEMEL.
Un modesto coso levantado en 1902 para celebrar la mayoría de edad del Rey Alfonso XIII, construido en mampostería y madera por una sociedad formada por gente de Melilla y que costó la suma de 35.000 pesetas. Plaza que solía ofrecer malos espectáculos por la ausencia de profesionales del toreo así como auténticas reses bravas.
Unas tan desaliñadas y continuadas faenas que acabaron con la afición local a la fiesta nacional. Así en el transcurso de los festejos de 1908 se celebraron en ella las últimas corridas de novillos, para a continuación ser desarmada y aprovechada su madera por la minera Compañía Norte Africana.

Monsieur Blondin
Sin ningún género de duda una de las mayores atracciones de estos festejos patronales estuvo representada por los ejercicios de funambulismo realizados por monsieur Arsn Blondin.
Su primera actuación se anunció para el lunes 12, más por razones meteorológicas o físicas, ésta se demoró hasta el día siguiente. Y en vez de tener lugar en el Parque Hernández como inicialmente se indicó, se desarrolló la demostración circense en la Plaza del Campo, actual Plaza de España. Ante tal enorme gentío que media hora antes del espectáculo las autoridades tuvieron que interrumpir la circulación de carruajes.
Comenzó la actuación funambulista a las cinco y media de la tarde y a pesar del viento de Poniente, que hacía aún más peligroso el ejercicio, Monsieur Blondin recorrió el cable empuñando el balancín con gran soltura. Recibiendo por ello una gran ovación por parte del público, que atónito observó como el artista exultante de optimismo volvió a cruzar el cable, pero esta vez con los ojos vendados y además hizo piruetas sobre el centro de la plaza. Magnífico espectáculo que el vecindario supo agradecer con atronadores aplausos.
Ejercicios de funambulismo
Con este título nuestro admirado José Ferrin ( Málaga, 1870 – Melilla, 1933 ), redactor jefe de El Telegrama del Rif deleitó a los lectores de su periódico en la edición del martes 13 de septiembre de 1910, acerca de la gran expectación creada por el inefable señor Blondin.

“Para ver los ejercicios
de Blondin, hombre funámbulo,
se congregó en nuestro Parque,
poco después de las cuatro,
todo lo más escogido
de la plaza y de los barrios,
amén de muchas niñeras
y una legión de soldados.
Más a pesar de este exceso
de concurrencia, los pájaros
fueron los únicos seres
que por los aires vagaron,
pues Blondin se quedó en tierra
y el público soberano
tuvo que volver a casa
sin ver al hombre funámbulo.
Esta tarde, según dicen
informes autorizados,
Blondin, vestido de corto,
realizará los trabajos
anunciados para ayer.
Martes y trece, ¡ lagarto !
Dios coja al pobre Blondin
cuando menos confesado”.

El señor Blondin, que había llegado a Melilla el 29 de agosto, no quiso despedirse de la ciudad sin antes pretender ofrecer una función gratuita en honor de la guarnición.
Recordemos que este señor, que también fue domador de fieras, fue muy popular en la Melilla de comienzos de siglo, así como su hijo, músico que ejerció de instructor de la banda del Roghi Bu Hamara en Zeluán.

Chicas casaderas
Otra atracción de la Feria de Melilla fue el espectáculo gratuito de ver pasear junto a los jardines a los grupos de señoritas en busca de novios. Toda una atracción que igualmente mereció la atención de nuestro conocido periodista y poeta festivo José Ferrin en las páginas de El Telegrama del Rif del día 11 de septiembre de 1910:
“En el Parque
Nutridos grupos de hermosas chicas, seguida de otros de tenorios de ocasión…
¡ Oh, jóvenes amables
que, con seguro paso,
al parque dais mil vueltas
sin pizca de cansancio,
seguidas de una turba
de novios de verano!
No hacer gran caso de ellos,
pues son, al fin y al cabo,
los mismos pretendientes
que, por pasar el rato,
siguieron a otras niñas
en anteriores años.”
Los paseos de las chicas en aquella Melilla de 1910 en muchas ocasiones resultaron fructíferos, pues como el mismo José Ferrin escribiera aproximadamente un mes antes, el 5 de agosto: “Todas se casan.
Así dicen los anuncios
en que de boda se habla,
y así viene sucediendo
en esta Plaza africana
desde que finó la guerra
a que el moro nos llevara.
Por razones que yo ignoro,
Hoy todas, se casan,
Las morenas y las rubias,
Las horribles y las guapas…”

Fiesta de bicicletas
Las competiciones ciclistas también alcanzaron protagonismo en la Feria melillense de septiembre de 1910.
Programada inicialmente para el sábado 10 de septiembre, segunda jornada de festejos. Consistió en la celebración de una carrera de cintas sobre bicicletas organizada con todo lujo de detalles, tales como que los corredores serían dieciocho, todos uniformados con jersey y pantalón corto de clase y color a elegir, además de medias y zapatos. Las cintas llevarían un número correspondiente a un premio a entregar al participante que la saque de su carrete provisto de anilla, con un palito.
Todos los jugadores marcharían a igual velocidad y mantendrían entre ellos la misma distancia. Quienes además no pudrían colocar los pies en el suelo desde diez metros antes del lugar donde estaban colgadas las cintas.
Como entonces era habitual, las cintas fueron confeccionadas y bordadas por señoritas de la localidad. Y entre los participantes lo más florido y adinerado de la sociedad, destacando entre éstos a Juan Brunet, propietario de los grandes almacenes "La Reconquista"; Miguel Vila, entonces socio de los Hermanos Boix en el negocio de la papelería y años más tarde propietario del establecimiento de papelería, fotografía e imprenta Posta Exprés, actual Cooperativa Gráfica Melillense; Conrado Astigarraga, gran aficionado al ciclismo y que tiempo después ejerció de concesionario de automóviles; Rafael Fernández, que posiblemente fuera Rafael Fernández de Castro y Pedrera, periodista y luego Cronista Oficial de Melilla y finalmente Agustín Silva, suboficial del Ejército, fotógrafo y hombre ligado al desarrollo del automovilismo e la ciudad a partir del año 1921, e impulsor tras la guerra civil de la antigua Cofradía de Semana Santa que existió en el Barrio del Real.
Levantó tal expectación esta prueba ciclista entre los melillenses, que el día y hora previsto, a las cinco y media de la tarde, era tal la aglomeración de público variopinto en el paseo central del Parque Hernández, que éste quedó insuficiente, pues el enorme gentío rebasó los límites establecidos de seguridad y los ciclistas apenas podían maniobrar. Obligando a algunos de ellos a retirarse. Situación por la cual los organizadores se vieron forzados a aplazar la celebración del evento al día siguiente.
La más perjudicada fue la empresa concesionaria del alquiler de las sillas existentes en el Paseo central del Parque, pues fueron numerosas las que quedaron inservibles.
En la nueva convocatoria el marco elegido fue la prolongación del Parque Hernández, la amplía calle Carlos Ramírez de Arellano. donde un ansioso público encontró mejor acomodo gracias a la diligencia del Sr. Alemán, jefe de Orden Público en la ciudad. Además la tribuna que se había levantado para la ocasión se trasladó a la nueva ubicación, para ser ocupada por las bellas señoritas que habían cedido las cintas.
Por fin se pudo celebrar la esperada fiesta ciclista que fue amenizada con escogidas piezas musicales interpretadas por la Banda del Regimiento de Melilla.
El señor Anselmo Boix, empresario del ramo de papelería fue el encargado de ordenar la salida. Y constituyó tan rotundo éxito la prueba y los participantes pusieron tanto empeño como vehemencia, que algunos rodaron por la calzada, sin sufrir daños de importancia. Si bien no ocurrió lo mismo con sus máquinas, pues dos bicicletas se rompieron a consecuencia de sendas aparatosas caídas.

Regatas y cucañas
Celebradas en la rada, pudieron ser contempladas por numeroso público desde los muelles y murallas de Melilla la Vieja.
La primera regata contaba con un premio de cien pesetas destinado a la primera embarcación de cuatro remos que en cinco minutos lograra avanzar mil metros. Lográndolo la denominada “Cometa Halley”. Mientras que la segunda y última regata, destinada a embarcaciones provistas de seis remos, tuvo un premio de 140 pesetas, estuvo más disputada y logró la victoria la capitaneada por Ángel Morán tras recorrer mil metros en cuatro minutos.
Una vez concluidas las competiciones de regata, comenzaron las de cucaña, también amenizada por la música del regimiento de San Fernando. Se dieron tres premios, de 25, 20 y 15 pesetas entre aquellos jóvenes bravos que la superaron, al mismo tiempo que el público disfrutó de las numerosas situaciones cómicas que dan a lugar estas pruebas.

Prorroga
Resultado de la enorme animación que gozaron todas la actividades programadas de estos festejos, la Comisión organizadora decidió ampliarlos añadiendo un número exótico, típico del vecino país: Una corrida de la pólvora ejecutada magistralmente por una treintena de jinetes rifeños a las cinco de la tarde del 14 de septiembre en el antiguo Barrio de Triana.
El espectáculo constituyó un gran éxito y los jinetes vestidos con lujo sobre hermosos caballos, miembros de la policía indígena de Atlaten, Nador y Zoco el Had, fueron muy aplaudidos. Recibiendo además de dinero, entradas gratis para asistir a la función de noche del Teatro de Verano.
Y ya como remate, en la noche del 14 también se celebró una velada extra en el Parque, aunque existió incertidumbre acerca de la posibilidad de ejecutarse, por la falta del necesario carburo destinado a la iluminación, que llegó a última hora.
A pesar de la finalización reciente de la Campaña del Rif, en estos festejos de 1910 no se recordó a ésta. Seguramente en un intento por olvidar las desgracias. No sucediendo lo mismo con los festejos de los años 1912 y 1913, en los que respectivamente se celebraron con derroche de medios la finalización de la Campaña del Kert y completa pacificación del Marruecos español.

Reclamo turístico
Terminados los festejos y la vista de su éxito. Fueron numerosos los melillenses que convinieron en que había llegado el momento de potenciar las próximas fiestas patronales, con vista al mejor disfrute de un vecindario ya numerosos así como atraer gente de la península y Argelia, donde existía una gran población española.
Una aspiración que se mantuvo durante muchos años, pero que entonces contaba con la ventaja de que se había mejorado recientemente las comunicaciones marítimas. Y tenía como meta inmediata la constitución de un Comisión Permanente de Festejos, algo al alcance de la mano luego de que la Junta de Arbitrios ( Ayuntamiento ) hubiera alcanzado tan solo unos días antes mayor autonomía y dejara de depender de la Capitanía General a la hora de confeccionar los programas de festejos públicos.
El Turismo como fuente de ingresos para la economía melillense, se mantendría como aspiración de los dirigente de la ciudad durante muchos años. Más no sería hasta la completa pacificación de Marruecos, en 1927, cuando se dieran las condiciones necesarias para su desarrollo.


Juan Díez Sánchez

( de la Asociación de Estudios Melillenses )


Artículo publicado en el diario Melilla Hoy, suplemento Feria de Melilla, el sábado 28 de agosto de 2010

domingo, 29 de agosto de 2010

LA ULTIMA BODA PIRATA EN BERBERÍA




BODA PIRATA DE ANA Y CHEMA

Ana es de Granada y Chema de Valladolid se conocieron en Melilla y han decidido casarse por el Rito Pirata en una cala que se encuentra a 12 km de Melilla junto a las dunas de Taxdirt en la kábila de Beni Chicar. Una excusa para huir del trepidante calor que asola nuestra geografía y refrescarse en las cristalinas aguas al occidente del Cabo Tres Forcas.

Texto y fotos : Juanjo Florensa

domingo, 4 de julio de 2010

MELILLA: CENA MEDIEVAL EN CLUB SCORPIO



CELEBRACIÓN DEL TRIUNFO DE ESPAÑA
Con el titular de “Victoria de las Huestes del Balompié del Reino de Castilla” encabezaría la prensa medieval de la época el triunfo de la selección Española en este Mundial de Sudáfrica 2010.
En esta edición del Mercado Medieval de Melilla la directiva del Club Scorpio programó para la noche del sábado 3 de julio una tradicional Cena Medieval precedida por el expectante partido de fútbol de España frente la selección Guaraní que terminó finalmente derrotada con un gol a favor del Reino de Castilla. Al efecto en los salones del club se habilitó una pantalla para ver el desarrollo del partido. Así que durante toda la Cena Medieval se llenaron de vivas a las Huestes del Balompié del Reino de Castilla, al Gol de Villa no faltando los brindis de “Non Nobis” -¡ Templar, Templar, Templar!.

El Heraldo del castillo de Club Scorpio Maese Mariscal hace mención de todas las Dignidades , Príncipes y Princesas que asistieron al banquete en la muy noble ciudad de Melilla –en las tierras del Reino de Castilla en Africa desde 1497 en tiempos de los Reyes Católicos. Tales como el Gran Maestre del Castillo Scorpio el muy noble señor Don Gregorio, así como el Príncipe del Turismo Don Javier de Figueroa y Sra Doña Susana de Andújar- . Otros como el gran Caballero Don Juanmi de Lancelot así como los Reyes de Taxdirt Don Pedro Gómez y Doña Carmen de Timón. Allende de los mares provenientes del Reino de Valencia acudieron a este evento el Príncipe de las Serpientes – Don Juan de Aznar- “El Indio” acompañado del ilustrado Señor de las Leyes del Reino Don José de Bonet y Ferrandis. Del Sur de Italia el Caballero Don Nicoló Albano – Señor de Massafra de la Región de Taranto. Además de bellas Damas de la Corte engalanadas con finas telas traídas de Oriente, así como el ciego Don Lazarillo.



Como es habitual de años anteriores un séquito de todos los comensales antorchas en mano recorrieron todo el recinto de la Villa Vieja de Melilla , animados por la música de los Gaiteiros de Acibreira . Solo cabe esperar el próximo encuentro de Balompié frente a los Teutones , que puede verse en la enorme pantalla situada en la Plaza de las Culturas frente a las murallas del Tercer Recinto amurallado de Melilla La Vieja.
Ánimo a nuestras Huestes del Reino de Castilla.

Crónica y fotografía : Jean de Molay ( Juanjo Florensa )

domingo, 13 de junio de 2010

Naufragio del "Oranie"






Melilla 1910 : Naufragio del “Oranie”

por Juan Díez Sánchez
( de la Asociación de Estudios Melillenses )

A lo largo de los años, la rada y Puerto de Melilla han sufrido los efectos de numerosos temporales, siendo los más peligrosos aquellos cuyas olas eran empujadas por el viento proceden de la zona de mayor línea de agua: Salerno y Marsella.
En ocasiones los vientos han alcanzado hasta los ciento veinte kilómetros por hora, constituyendo auténticos huracanes con olas que se han elevado incluso por encima de los diez metros de altura y arrastrado bloques de hormigón de la escolleras con ochenta toneladas de peso.



Con duración de entre cuatro y siete días y con mayor frecuencia en los meses de enero y abril, nuestra ciudad ha padecido grandes temporales en los años 1775, 1842, 1849, 1852, 1898, 1914, 1927, 1938, 1949, 1956, 1965 y 1990. Siendo los de los años 1914 y 1927 aquellos que han perdurado en la memoria colectiva, por haber empujado al mar a la admirada grúa Titán que se utilizaba en la construcción del Puerto, el primero. Y el segundo echado a pique un buen número de embarcaciones de diferentes portes, entre los que se encontraba el mítico buque inglés “Collingdale”, que embarrancó frente al Barrio del Hipódromo e incluso precisó el auxilio de hidroaviones.
Como hemos mencionado, junto a los grandes y recordados temporales, perduran otros muchos de menor intensidad pero que también dejaron huella en la historia de nuestra ciudad. Por ello, ahora coincidiendo con su centenario evocamos algunos aspectos del temporal padecido en los primeros días del mes de abril de 1910 y que arrastró al buque “Oranie” hasta la playa de Hipódromo. Un acontecimiento que mantuvo en vilo durante un buen número de jornadas a una población como la melillenses, habituada a las emociones fuertes derivadas de la Campaña del Rif que en el verano y parte del otoño del año anterior se desarrolló a las puertas de la Ciudad.
Igualmente al recordar el suceso del “Oranie”, rendimos homenaje a tres grandes periodistas melillenses que bien con sus plumas y abnegación quedaran para siempre unidos a la historia de este barco francés: Rafael Fernández de Castro y Pedrera, José Ferrín Fernández y Constante Miquelez de Mendiluce.
Un espléndido día
El viernes primero de abril del año 1910, Melilla se despertó con un espléndido día de primavera. La mar en calma, la buena temperatura y una ligera brisa nunca podrían presagiar que pocas horas después, sobre las once de la mañana un formidable temporal azotara la ciudad. Debiendo los buques surtos en la rada, pues el puerto comenzaba construirse, tomar rumbo al archipiélago de las Chafarinas para encontrar el oportuno resguardo.
El cañonero “General Concha”, transporte de guerra “Almirante Lobo” y los buques correos “Sevilla”, “Ciudad de Mahón” y “Nuevo Valencia” pronto interrumpieron las operaciones de carga y descarga que realizaban, aumentaron la presión de sus calderas y abandonaron las aguas de Melilla, no sucediendo lo mismo con un aljibe fuertemente sujeto, y el vapor francés “Oranie”, que bien por negligencia de su capitán o por no poder levar el ancla al engancharse ésta con el cable telegráfico submarino que enlazaba nuestra ciudad con Chafarinas. Quedó a merced de unas olas que terminaron por arrastrarlo hasta la playa cercana al cuartel del Hipódromo. Donde quedó varado en la arena, mientras que personal de la Junta de Obras del Puerto, de la Compañía de Mar, vocales y camilleros de la Comisión Local de la Cruz Roja y los prácticos con material de salvamento dispusieron un tren que los llevó con algún retraso hasta las proximidades del barco naufragado, tumbado de babor y cruzado por el fuerte oleaje.
Mientras se preparaba las acciones oficiales de rescate, unos bravos hombres del Cuartel del Hipódromo prestaron las primeras ayudas: fueron el teniente de Cazadores de Segorbe José Concas, el músico de tercera Manuel González y un paisano, el cantinero del mencionado Hipódromo, Sebastián Jiménez Arroyo. Quienes a los gritos de “Au secoure” emitidos por la tripulación desde la proa, tomaron el salvavidas cogido con un delgado cable lanzado por éstos. Siendo el cantinero el que con gran peligro para su vida se lanzó al agua y luchando contra el muy fuerte oleaje tomó el cabo.
Gracias a esta comunicación, cable con salvavidas, entre el barco y la orilla firme se pudo realizar el rescate de la tripulación, pero antes y coincidiendo con un momento de bonanza, varios marineros intentaron echar al agua un bote para llevar a tierra nuevos cabos. Más cuando este bote estaba a punto de rozar las aguas, se desfondó cayendo al mar los marineros. Que fueron ayudados a salir del agua por las manos generosas de varios oficiales del Ejército que también se pusieron en peligro. No obstante gracias a uno de los nuevos cabos se consiguió enlazar con el buque con un fuerte calabrote, sujeto a tierra por un potente trípode.
A este calabrote se le unió una anilla corredera sujeta a un salvavidas por el que se deslizaron hasta la playa la tripulación al completo y documentación del “Oranie”. Teniéndose que convencer al capitán del buque de que lo abandonara, pues su presencia allí ya no tenía ningún sentido. Fue una tarea compleja y delicada que precisó en tierra el esfuerzo de unos cuarenta hombres para mantener tenso, con la ayuda de paños, el calabrote, así como hacer deslizar el salvavidas que transportó de uno en uno a los veintisietes marineros de la tripulación. Todo ello bajo una fuerte lluvia, calados hasta los huesos todos los presentes, desde el general Arizón al voluntarioso civil que hasta allí encaminó su curiosidad.
En esta exitosa tarea tuvieron gran protagonismo dos hombres experimentados de la Compañía de Mar, el maestro calafate Francisco Herrera y el sargento Cayetano Valverde.
Otros sucesos
Al mismo tiempo que el “Oranie” naufragaba, en la rada de Melilla zozobró por una racha de fuerte viento una barca rifeña cargada de leña, sus tres tripulantes fueron lanzados al agua, sobreviviendo gracias a que se sujetaron al palo de la vela en tanto fueron rescatados por unas de las embarcaciones que transportaban mercancías entre los buques y los pequeños muelles de la ciudad.
El río de Oro también experimentó una rápida crecida, arrastrando sus aguas a un niño que pudo ser rescatado por un empleado de “El Telegrama del Rif” con ayuda de otro viandante.
También lo pasó mal una pequeña embarcación a motor que había ido hasta la Bocana, sorprendiéndole un temporal que pudo capear a fuerza de forzar el motor. Y algunos bloques de hormigón colocados en Florentina a modo de escollera del puerto en construcción, fueron volcados por la tremenda fuerza de las olas.

El “Oranie”
Este buque había llegado a las aguas de Melilla en la mañana del 29 de marzo transportando un cargamento de madera destinada a la Administración Militar, presumiblemente con la finalidad de levantar barracones donde alojar hombres y materiales de la guarnición, que había experimentado un aumento considerable a consecuencia de la recién terminada Campaña del Rif.
El “Oranie”, perteneciente a la firma “Sip Castagriar Freres”, de Orán ( Argelia ), representada en Melilla por los hermanos Benhamou era mandado por el capitán Monsieur Bourdal y su primer oficial se apellidaba Michaud.

Tareas de salvamento
Enseguida, los técnicos locales dijeron que la liberación del buque sería dificilísima, pues entre el punto donde se encontraba y la mar libre había un gran banco de arena, superado por el “Oranie” merced al temporal y que casi toda la carga del barco ya la había depositado en Melilla.
Además en la noche del mismo viernes, el temporal empujó aún más al “Oranie” hacía la playa.
La importancia de este incidente fue tal que el general Sotomayor lo comunicó al Ministro de la Guerra y éste informó al Rey Alfonso XIII, quien junto con el Gobierno felicitaron al personal militar que intervino en las tareas de socorro.
Al día siguiente llegó un remolcador procedente de Gibraltar, por si fuera necesaria su ayuda. Ofrecimiento que se declinó por estar en camino otro remolcador propiedad de la misma empresa naviera que el buque siniestrado. Y en la mañana del dia 4 fondearon en las aguas de Melilla dos buques de guerra franceses, el “Du Chaylar” y “Forbich”, el primero un crucero de segunda clase de 4.000 toneladas, botado en 1897. y el segundo un aviso de 1.850 toneladas.
Buques de la Armada gala que tras los saludos de rigor mediante salvas de artillería, lo primero que hicieron fue botar sendas chalupas a vapor con personal para efectuar un reconocimiento en la zona donde estaba varado el “Oranie”. Apreciándose que el temporal había depositado aún más arena a babor del “Oranie”, teniendo el casco sumergido en la playa unos dos metros. lo que añadía más dificultad al salvamento.
Estos navíos permanecieron en la rada melillense pocos días, pues convencidos de la evidente imposibilidad de realizar el salvamento con los medios hasta entonces empleados, pusieron rumbo a la vecina Argelia en la jornada del 8 de abril.
A la vista de que el casco del “Oranie” no aventuraba tumbarse hacía alguna de sus amuras, su tripulación regresó a bordo a los dos días, para volver a hacer en él una vida casi normal.
Un día después de la marcha de los buques de guerra franceses, comenzó a trabajar en el rescate el remolcador “Newa”, con toda celeridad para evitar que un nuevo temporal empeorase aún más la situación del buque siniestrado.
Este remolcador el sábado 9 de abril con sus potente hélices ya había abierto un amplio canal y se mantenía unido al “Oranie” por medio de un potente cable de acero que le servía de eje para realizar el dragado.
Entonces parecía que pronto se liberaría al barco francés y se comentaba que el enorme esfuerzo de las calderas del remolcador en permanente y tope de presión había merecido la pena. No en vano sus calderas consumían al día unas veinte toneladas de carbón suministrado desde Gibraltar por el carguero “Gibel Tarik”, que aproximadamente cada semana debía de reponer el depósito del carbón destinado al rescate.
Dos semanas después del siniestro “El Telegrama del Rif” informaba a sus lectores que eran dos los remolcadores alemanes los que trabajaban en las operaciones de salvamento. Indicando este periódico melillense al día siguiente que había quedado liberado medio casco del “Oranie”, estando previsto en la siguiente jornadas su rescate. Más la aparición de un nuevo temporal y diferencias entre la Casa armadora del buque y la empresa de salvamento demoraron la puesta a flote.
Finalmente el “Oranie” sería felizmente rescatado por los dos remolcadores alemanes el 25 de abril, luego de más de veinte días de arduos trabajos. Arrastrado por el remolcador “New” y escoltado por el segundo fue conducido al vecino puerto argelino de Orán, donde quedaría el buque en tanto se llegaba a un acuerdo entre la sociedad de salvamento y la firma propietaria del “Oranie”.

Rafael Fernández de Castro
En las primeras tareas de salvamento de los náufragos del buque “Oranie” participó de forma decisiva Rafael Fernández de Castro y Pedrera, entonces periodista y empleado de la empresa constructora del puerto de Melilla, la compañía Trasatlántica.
Por su abnegada y decidida cooperación en el salvamento de los tripulantes del vapor francés, en noviembre de 1910 le fue entregada Medalla de Bronce con premio y el correspondiente diploma otorgado por la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos, de la que era miembro y en la que poco después ocupó el cargo de secretario.
Los periodistas y el “Oranie”
El espectáculo de contemplar a un gran navío varado en la playa del Hipódromo, así como las labores de dragado de los remolcadores en su entorno, despertó tal interés entre los melillenses. Que siempre había un buen número de curiosos observando atónitos tan interesante como gratuito entretenimiento.
En un par de ocasiones “El Telegrama del Rif” envió expresamente a sus redactores para informar sobre el desarrollo del salvamento. Y dos de sus periodistas ante el enorme calado de la noticia que traía en vilo a la población de nuestra ciudad, incluso publicaron sendos trabajos humorísticos, el primero de fecha 12 de abril, tuvo por título “Todos trabajamos” y corrió a cargo de “Don Seguis”, seudónimo de Constante Miquelez de Mendiluce, jurídico militar que años después sería nombrado director general de Prisiones. Quien de forma jocosa decía que desde que comenzó el salvamento había siempre en la playa entre 2.500 y 3.000 personas presenciando los progresos de un rescate valorado en 95.000 pesetas. Y que despertaba tanto interés que incluso algunos suscritos al acontecimiento proyectaban instalar una cabaña en la misma playa para no perderse el esperado momento de la puesta a flote del “Oranie”.
Mientras que el segundo periodista de “El Telegrama del Rif” aludido, fue José Ferrin Fernández, quien también bajo seudónimo, en este caso de “P.Pillo” dio a la publicidad unos ripios en la edición del 21 de abril:
“Cositas
- ¿ Qué como sigue el barco embarrancado ?
- Pues tal y como ustedes lo han dejado:
con la popa mirando hacía Levante,
posición que resulta intolerante,
y haciéndole pasar duras sin cuento
a la de Salvamento”.



Artículo publicado en La Voz, suplemento dominical del diario Melilla Hoy, el 13 de junio de 2010





domingo, 6 de junio de 2010

UN GRUPO DE FRANCESES DE VISITA EN MELILLA

¡ SOYEZ BIENVENUS !

Un grupo de franceses han visitado Melilla el fin de semana del 4 al 6 de junio , disfrutando del paseo en el tren turístico como una de las actividades programadas por la Cónsul Honoraria de Francia en Almería como es Nicole Picat-Emery. En Melilla estuvo dándoles la bienvenida su homóloga en dicho cargo honorario como es Thérèse PUYOL. Este tipo de iniciativas culturales es muy de agradecer que las emprenda una mujer como Nicole Picat , pues ofrece a la colonia francesa residente en Almería la posibilidad de conocer una ciudad como es Melilla.




Por otro lado tanto Nicole como Thérèse , tienen un interés en iniciar los primeros pasos para abrir en Melilla un Centro de Amigos de la Cultura Francesa, que pueda aglutinar la información y preparación para los exámenes de superación de conocimientos de lengua francesa que ofrece la Alianza Francesa, complementados de actividades como un cineclub de películas en francés y excursiones con empleo vivo de la lengua francesa.


Nicole Picat Emery, cónsul honoraria de Francia en Almería, junto a Thérèse Puyol,
cónsul honoraria de Francia en Melilla.
Es una iniciativa que merece la pena ser apoyada, por ejemplo en la conversación que sostuve con ambas les comenté mi propia experiencia de haber obtenido los diplomas de conocimientos de francés DELF (nivel 1 y 2) en el IFO (Instituto Francés de Oujda), mucho más práctico (y económico ) para el residente de Melilla el desplazarse a Oujda que no a la Alianza Francesa de Málaga. La obtención de este tipo de diplomas puede tener un enorme interés profesional entre diversos sectores de la ciudad de Melilla.

ARTICULO Y FOTOGRAFIA : Juanjo Florensa

CELEBRANDO EL DÍA DE ITALIA


MULTITUDINARIA Y COLORIDA CENA

El Restaurante Casanova de Melilla acogió el pasado jueves 3 de junio una multitudinaria y colorida cena con motivo de la celebración del I Día de Italia en Melilla.

El Día de Italia tiene su origen en el referéndum realizado el dos de junio de 1946 ; al cual fueron consultados los ciudadanos italianos para decidir entre Republica o Monarquía.

El salón del restaurante Casanova estaba presidido por las banderas de Italia, Melilla y de las Naciones Unidas.

La bandera tricolor italiana (Verde-Blanco-Rojo) tiene su origen en un estandarte entregado por Napoleón allá por el año 1797 a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda. Por ello que uno de los requisitos para asistir a la cena era ir vestido con los colores de la bandera italiana. La mesa presidencial estuvo representada por Severiano Gil (escritor e historiador), Juan A. Vera Casares (Presidente del Centro UNESCO de Melilla), Jose de Mesa (alto funcionario de las Naciones Unidas en programas de Medio ambiente UNEP), Thérèse Puyol (Cónsul Honoraria de Francia en Melilla) y Carmen Timón –Secretario del Centro Unesco de Melilla. Entre otros asistentes se encontraba Paco Gámez –Vocal de Artes Escénicas del Centro UNESCO de Melilla .

En la cena se degustaron platos típicos de la gastronomía italiana y estuvo ambientada musicalmente por “Chamo” ; no faltando las típicas canciones como ¡Oh sole mio!. Los actos se iniciaron con el himno de Italia , seguido de un pequeño discurso de anécdotas históricas de Melilla relacionadas con Italia. En 1907 se estableció en Melilla la fábrica de conservas Dassori, en 1909 ya existía la compañía de Navegación a Vapor Servizio Italo –Spagnuolo (Génova-Marsella-Orán-Melilla). En 1936 se estableció la línea aérea italiana “ALA LITTORIA” con trayectos Roma-Palma-Melilla-Cádiz y otro posterior Melilla-Tetuán. En el pasado ingenieros militares italianos al servicio del Rey de España desarrollaron trabajos en las fortificaciones del primer recinto de la ciudadela de Melilla la Vieja correspondientes al S.XVI. Posteriormente en el siglo XVIII nos visitaría el aventurero y marino italiano Alejandro Malaspina. Más recientemente el documental del año 2006 titulado "Las Melillas" de Driss Deiback nos mostró la Melilla italiana de Calabria presentada por el alcalde de Colosimi-Melilla : Raffaelle Rizzuto.


Al Centro UNESCO de Melilla le une una estrecha relación de amistad y colaboración con el Centro UNESCO de Florencia que preside María Stringa. La fiesta continuó en el Pub Pasadena (calle Mar Chica 45) por supuesto, con música italiana . Por último agradecer toda la colaboración prestada por un simpático italiano que reside ahora en Melilla como es Niccoló Albano proveniente de Massafra – provincia italiana de Taranto.


Articulo y Fotografía : Juan José Florensa y Conesa

lunes, 31 de mayo de 2010

MELILLENSES EN SAIDIA


DECENAS DE MELILLENSES SE CONCENTRAN EN LOS RESORTS DE SAIDIA

Este fin de semana de mayo , aprovechando las ofertas de los resorts de Saidia se han dirigido a los – Hoteles Barceló e Iberostar- decenas de Melillenses a fin de disfrutar de sus instalaciones que se inauguraron hace apenas un año. El hotel Iberostar que es la cadena que promociona uno de nuestros más afamados actores como es Antonio Banderas; ha sido uno de los más concurridos a juzgar por el elevado número de melillenses que optaron por la opción más económica entre los dos resorts de todo incluido que operan en Saidia , localidad situada a
unos 90 kilómetros de Melilla.

Sr. Franco Fraghio, maitre.
Yo tuve la oportunidad de pasar un fin de semana en el Barceló , y he de decir que la disposición de las habitaciones son exactamente iguales que el Iberostar. En el Barceló quizás el SPA sea de más lujo , aunque este tipo de servicios en ambos hoteles hay que abonarlos aparte. La elección del Iberostar fue la escogida hace una semana por la Asociación de Amas de Casa , un grupo que vino muy contento de los 4 días que pasaron en dicho Resort.

El Iberostar es un tanto más concentrado y todo queda más a mano, en cambio el Barceló es mucho más extenso. El Iberostar consta de una entrada recepción decorado al estilo andalusí con tres bloques donde se ubican las habitaciones, salpicados de dos secciones de piscinas quedando las zonas comunes destinadas a tres comedores , dos de ellos temáticos (japonés y Fez), otra zona a destacar es la sala de fiestas con espectáculo que varía a lo largo de la semana.
Durante el día un equipo de animación del hotel invita a participar, tanto a niños como adultos, en diversos tipos de juegos. La ocasión de saludar al simpático Maitre del Restaurante como es Franco Fraghio, natural de Cerdeña con 28 años de experiencia profesional en los Hoteles Ritz de Paris y de la cadena Marriot- que apenas lleva dos meses en Saidia y confiesa que le encantaría conocer Melilla.

Artículo y Fotografía: Juanjo Florensa

domingo, 30 de mayo de 2010

I DIA DE ITALIA EN MELILLA


I CELEBRACION DEL DIA DE ITALIA EN MELILLA

Con motivo de la celebración del Día de Italia, el Centro Unesco de Melilla ha hecho entrega de la bandera italiana al Restaurante Casanova en representación de la pequeña comunidad italiana residente en Melilla. Al Centro Unesco de Melilla le une una estrecha relación con el Centro Unesco de Florencia queriendo con este gesto resaltar y valorar Melilla como ciudad multinacional , además de multicultural.

El Día de Italia tiene su origen en el referéndum realizado el dos de junio de 1946 ; al cual fueron consultados los ciudadanos italianos para decidir entre Republica o Monarquía. Con esta ocasión el Restaurante Casanova por iniciativa del Centro Unesco de Melilla tiene previsto organizar una cena amenizada por Chamo para el próximo jueves tres de junio.
La comunidad italiana en Melilla tiene una curiosa relación histórica. La más inmediata es el hecho que exista una Melilla italiana en la región de Calabria. El documental de "Las Melillas" de Driss Deiback así nos la mostró con sus personajes como el alcalde de Colosimi-Melilla : Raffaelle Rizzuto, el maestro carpintero Francesco "Cicco" , el bodeguero Giampaolo Costanzo o del molinero Luigi Scorpino. Pero quizás lo que muy pocos conozcan es que en el año 1907 se estableció en Melilla la fabrica de conservas de San Luis de Luigi Dassori que al parecer provenían de Génova. Su fabrica estaba instalada cerca de la desembocadura del Rio de Oro en la vertiente del actual Paseo Marítimo . Su producción conservera enlataba sardinas y atún para ser exportadas a Italia y Alemania donde eran etiquetadas , según constatan los historiadores Carlos Esquembri y Juan Díez.
Otra curiosidad desconocida por muchos melillenses es de la existencia entre los años 1936-1940 de una línea aérea italiana “ALA LITTORIA” que tenia como uno de sus destinos la ciudad de Melilla. El 7 de diciembre de 1936 comenzó a operar la línea 364 con el hidroavión “Cant- Z-506” : Roma-Palma-Melilla-Cádiz. Teniendo en Melilla sus despegues desde el Atalayón en la Mar Chica. Con otro tipo de avion "Savoia-Marcheti S-73" desde el aeropuerto de Taouima - el vuelo 480 hacia el trayecto de Melilla-Tetuán.



El Restaurante Casanova expondrá en su local con motivo del Dia Nacional de Italia una muestra de Carteles de la Compañía “ALA LITTORIA” de la época, Tablón de horarios y vuelos, fotografías de dichos aviones, la primera fotografía aérea de Melilla del año 1909 donde puede observarse la ubicación de la Fabrica Dassori (fuente de Francisco Saro Gandarillas). Queriendo agradecer a tal efecto el asesoramiento de la Asociación de Estudios Melillenses.
Otro dato interesante es el aportado por Santiago Domínguez durante las jornadas celebradas en la Uned sobre Melilla en la segunda guerra mundial; por el hecho de la existencia de un Consulado Italiano en nuestra ciudad que se situaba en uno de los chales de la calle Alfonso XIII conocida popularmente como la carretera de los cuarteles. Dicho cónsul Italiano se llamaba "Vanucci" , permaneciendo en nuestra ciudad hasta el año 1943.
En la foto aparece el Presidente del Centro Unesco de Melilla , Juan Antonio Vera Casares haciendo entrega de la bandera al Restaurante Casanova , flanqueado de Mario que es de Padua , Lucio y Franco que son de la región del Veneto. La bandera tricolor italiana (Verde-Blanco-Rojo) tiene su origen en un estandarte entregado por Napoleón allá por el año 1797 a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda. Así pues para los que deseen asistir a la Cena con motivo del Día de Italia , se sugiere vestirse con esos colores para acudir al acontecimiento. La cita - con reserva previa con plazas limitadas- es el Jueves 3 de junio a las 21:30 horas -Restaurante Casanova-. La fiesta continuará posteriormente en el Pub Pasadena sito en la calle Mar Chica.

Fdo. Juan José Florensa Conesa
División de Comunicaciones del
Centro Unesco de Melilla




CONTACTO RESTAURANTE CASANOVA, Franco, teléfono: 64540804

sábado, 22 de mayo de 2010

PUERTO DE MELILLA: PRIMER ATRAQUE EN RIBERA DOS

PRIMER ATRAQUE EN EL NUEVO MUELLE RIBERA DOS

La instantánea corresponde al bautismo del primer atraque del muelle Ribera Dos . El buque rápido de la compañía Acciona –“Millenium Dos” proveniente del puerto de Málaga tras dos días de suspensión de la línea por el temporal; atracó a las 12:30 del 22 de mayo de 2010. Después de casi dos años de trabajos de adecuación del nuevo muelle , se ha podido poner en servicio este nuevo atraque tan demandado por los melillenses en estas fechas que con la llegada del buen tiempo y la época estival , va a ser tan solicitada tanto por turistas y viajeros.

Texto y fotografía : Juanjo Florensa

miércoles, 19 de mayo de 2010

UN SUBMARINO ALEMAN EN MELILLA



Albrecht Brandi y Ferdinand Von Arco, dos submarinistas alemanes


del “U-617”, en la desembocadura del río Kert, en Melilla

El 12 de septiembre de 1943, embarrancaba en la desembocadura del río Kert en Melilla, un submarino alemán, el cual, perseguido y acosado por la aviación aliada, se acercó tanto a la costa que en ella varó ya sin posibilidad de escapar. Cañoneado por la armada inglesa, fue el único sumergible que aguantó la explosión de un torpedo en sus entrañas y finalmente, con la intervención de la Armada española, se logró enviarlo al fondo del mar. El comandante junto a su tripulación, fueron internados en España, logrando no obstante el comandante evadirse y aún, antes del final de la segunda guerra mundial, capitaneó dos submarinos más. Este marino era Albrecht Brandi, pero realmente, ¿quién era Albrecht Brandi?.

Albrecht Brandi (*1914 +1966)
Nació en Dortmund (Alemania), el 20 de junio de 1914. Ingresó en la Kriegsmarine (Marina de Guerra alemana) el 1 de abril de 1935 y cursó sus estudios entre el crucero “Karlsruhe” en el que pasaría 6 meses y la escuela naval de “Schule-Flensburg-Mürvik” en la que estaría de junio de 1936 a marzo de 1937. Después de superar el plan de estudios y prácticas establecidas, pasó destinado a la primera flotilla de dragaminas, pasando a formar parte de la dotación del “M-1”. Compañeros suyos de estudios fueron el Capitán de Fragata Reinhard Suhren, el Capitán de Corbeta Georg Lassen y el Teniente de Navío (Käpitanleutnant) Engelbert Endrass, famoso también por ser el 1r oficial del malogrado comandante Gunther Prien en el ataque llevado a cabo a bordo del submarino “U-47” a la base inglesa de “Scapaflow”.

A bordo del ya mentado dragaminas, ostentando el empleo de Leutenant zur ver, que vendría a ser como el de Alférez o 2º teniente, participó el 1 de septiembre de 1939, en el ataque a la Península de Westerplatte (1) en Gdansk (Polonia) que fue la primera batalla entre germanos y polacos de la Segunda Guerra Mundial (2), dando cobertura al acorazado alemán “Schleswig-Holstein”. Es a inicios de la citada contienda mundial que Albrecht Brandi, intenta ser destinado al Arma submarina, siendo su solicitud rechazada. (1). Ascendió a Oberleutnant zur ver, 1r teniente o alférez de navío el 1 de octubre de 1939.

En mayo de 1940, es nombrado comandante del dragaminas “M-1”. En el mes de abril del año siguiente, inició un entrenamiento para ingresar en el Arma submarina, en Neusdat-Holstein, siendo esta vez el segundo intento. Completó sus cursos y esperó su nombramiento, siendo esta vez admitido y destinado a la base de Saint Nazaire en Francia, donde embarcado como comandante en prácticas (Kommandanten-schuler) ya en un submarino, iniciaría su primera patrulla a finales de 1941. El sumergible, era el “U-552”, conocido también como “Red Devil” (Demonio rojo) siendo su comandante el Teniente de Navío (Käpitan-leutnant) Erich Topp. Tras pasar dos meses como comandante en prácticas, el 9 de abril de 1942, Albrecht Brandi, asumía el mando del submarino de la clase VII-C, “U-617”.
Su tripulación le llamaba ""Sherry Brandi" en honor al jerez.
Foto: Albrech Brandi

Nueve patrullas, 257 días en el mar. (1)
Su primera patrulla, con una duración de 40 días, zarpa a bordo del “U-617” el 29 de agosto de 1942, del puerto de Kiel, y regresa el 7 de octubre de ese año, al de Saint Nazaire en Francia. Durante esta estancia en el mar, atacaría y hundiría 4 buques, causando a las fuerzas aliadas, una pérdida de 15.889 toneladas. Estos ataques, se llevaron a cabo contra: (3)

7 de septiembre de 1942. Vapor “Tor II”, de 292 toneladas y de nacionalidad Islas Feroe.
23 de septiembre de 1942, “Athelsultan”, de 8.882 toneladas y, el “Tenesse”, de 2.342 toneladas, ambos de nacionalidad británica y pertenecientes al convoy SC-100.
24 de septiembre de 1942, “Roumanie”, de 3.563 toneladas, de nacionalidad belga e integrante del convoy SC-100..
El 26 de septiembre, había comunicado la posición de otro convoy, el ON 131 a otros 17 sumergibles germanos a pesar de no poder participar él en ese ataque. (7).

Su segunda patrulla, al mando del submarino “U-617”, da comienzo el 2 de noviembre de 1942, (3), tras recibir órdenes de trasladarse al Mediterráneo (7) zarpando desde Saint Nazaire y tras permanecer 27 días en el mar, arrumba al puerto de La Spezia en Italia, 26 días más tarde, un 27 de noviembre. (3). En dicho puerto, quedó incorporado a la 29ª flotilla con base en La Spezia (Italia) y en Tolón (Francia). (7).

Desde Saint Nazaire en Francia, Brandi debía de llegar a su nueva zona de patrulla, el mar Mediterráneo, motivo por el cual debía de atravesar el Estrecho de Gibraltar, zona muy peligrosa debido a las patrullas inglesas y a las corrientes. Para ello, Albrecht Brandi, comandante del “U-617, cruzó de noche y en superficie a motor parado para evitar ser descubierto. Aún y así, fue descubierto por la aviación y un aparato “Short Sunderland”, le arrojó dos cargas de profundidad, las cuales no impactaron y arropado por la oscuridad de la noche, logró cruzar. (6).

21 de diciembre de 1942, zarpa de nuevo al mando del “U-617” de La Spezia arribando el 17 de enero de 1943, al puerto de Salamina, (Grecia), tras permanecer 28 días en el mar. Su tercera patrulla..Durante la misma, haría acopio de 6.996 toneladas más hundidas, llevando a cabo sus ataques y hundimientos: (3)

28 de diciembre de 1942, Remolcador “HMS St. Issey” (W-25), de 810 toneladas y nacionalidad británica.
15 de enero de 1943, Mercante “Annitsa”, de 4.324 toneladas y nacionalidad griega.
15 de enero de 1943, Mercante “Harboe Jensen”, de 1.862 toneladas y nacionalidad noruega.

En este momento, en los haberes del comandante Albrecht Brandi, se registraban un total de 7 buques hundidos, todo y que él, reclamaba 15 hundimientos con un presunto tonelaje de 58.700 Tn. Por este motivo, le fue concedida la Cruz de Caballero, convirtiéndose en el 148º marino que la recibía y en el 79º submarinista. (7).

Cuarta patrulla, de nuevo, al mando del sumergible “U-617”, parte de La Spezia (a la cual debió arrumbar desde Salamina el 17 de enero), el 27 de ese mes, dando inicio así su cuarta patrulla, con una permanencia en el mar de 18 días. Arribó al puerto de Pula (Croacia), el 13 de febrero de 1943 (3) y que se hallaba en manos de los italianos de ahí el nombre de Pula (7). Esta vez, atacó y hundió a los barcos relacionados a continuación, arrojando unas pérdidas de 7.264 toneladas. (3)

1 de febrero de 1943, “HMS Welsham”, un minador, de 2.650 toneladas y nacionalidad británica, atacado y hundido entre Libia y Creta. Este minador, había tenido un papel importante en travesía hacia Malta a mitades de 1942 en el momento que la isla había sido abandonada por la flota y solamente este barco el cual era apodado por los malteses como “Milkman” (lechero) y algunos submarinos británicos podían abastecer la isla. En el momento de su hundimiento iba de Malta a Alejandría, con una tripulación compuesta de 242 marineros, de los cuales sobrevivieron al ataque 88, falleciendo los 154 restantes. (7).

5 de febrero de 1943, “Corona”, de 3.264 toneladas y “Henrik” de 1.350 toneladas, ambos de nacionalidad noruega.

Desde Pola, el 25 de marzo de 1943, vuelve a hacerse a la mar el “U-617”, para permanecer esta vez hasta el 17 de abril de ese año y arribar al puerto de Toulón en Francia el 17 de abril de 1943, 24 días de crucero, constituyendo este viaje, su quinta patrulla. (3).

Durante esta patrulla, el comandante Brandi, reclamó el ataque y hundimiento de un crucero y de otro barco de 23.500 Tn. Todo y que estos hundimientos no fueron confirmados, Brandi recibió las Hojas de Roble para su Cruz de Caballero, convirtiéndose así en el 224ª militar alemán que las recibía, el 26º miembro de la Kriegsmarine (Armada alemana) y el 22º submarinista. (7).

El 31 de mayo, el submarino “U-617” zarpa de Toulón, para regresar al mismo puerto el día 1 de junio de 1943 volviendo a hacerse a la mar el 19 de junio y regresar de nuevo a Toulón tras permanecer esta vez 32 diás de navegación, el 20 de julio de 1943, constituyendo estas su sexta patrulla. Al parecer según citan otros autores como Juan Carlos Delgado, la impresión que se obtiene de esta “mini patrulla” pudo bien haber sido una simple prueba de equipo o máquinas o de ambas a la vez. (7) y la segunda salida, su séptima patrulla, durante la cual, no se registró ningún ataque y hundimiento. (7)..

Un submarino alemán en la costa de Melilla
El 28 de agosto de 1943, zarpó de Toulón, siendo esta la octava y última patrulla que el Käpitan-leutnant (Teniente de Navío) Albrecht Brandi, efectuaría en el submarino “U-617”, el cual, embarrancó en la desembocadura del río Kert en Melilla, al ser atacado por dos bombarderos ingleses “Wellington” el domingo 12 de septiembre de 1943. (1) Durante esta singladura, atacaría y hundiría el 6 de septiembre de 1943, al “HMS Puckeridge”, (L-108) de 1.050 toneladas y nacionalidad británica.(3)

Sobre este hundimiento, según testimonio recogido por Santiago Mata en el libro “U-Boat durante la Segunda Guerra Mundial” el teniente Ferdinand Von Arco explicaba: (7).

“…Era la hora de comer y estábamos sumergidos. Acabábamos de tomar la sopa, cuando desde la sala de escucha nos informan de la presencia de hélices de buques de guerra a unas cinco millas al oeste. El mar estaba en calma absoluta y el comandante dijo que no estaba tan loco como para echar una mirada en condiciones en que las ondas producidas por el periscopio eran fáciles de descubrir. Ante la insistencia de los oficiales, subió a desgana a profundidad periscópica. Brandi comunicó la presencia de dos destructores a toda máquina en dirección a Gibraltar. Los oficiales preguntaron si estarían al alcance de los torpedos, a lo que Brandi contestó afirmativamente, pero negándose a disparar. De nuevo le insistieron para que lo hiciera. Por fin, Brandi mandó alistar los tubos. Tras tomar las medidas de distancia y velocidad (Arco recuerda que esta era superior a 21 nudos), apuntó y disparó sendos torpedos sobre los blancos. Los dos explotaron en el tiempo previsto, para júbilo de la tripulación. Brandi volvió a subir el periscopio. Los destructores se hundieron como una piedra que cae al agua. Naturalmente no podíamos subir para ver si había supervivientes, lo cual era por demás improbable, dada la rápidez del hundimiento. Nos sumergimos a 25 metros y navegamos media hora hacia el sur, hacia la costa marroquí a la altura de Ceuta, y allí nos posamos en el fondo…”

Parece ser que no hubo ningún segundo destructor según escribe D. Santiago Mata, pero si que lo es el disparo de 2 torpedos que dieron en el “HMS Puckeridge” (G), mandándolo al fondo del mar. De la dotación de 191 tripulantes que iban a bordo, murieron 62, y los 129 supervivientes, fueron recogidos por un mercante español, el vapor “Antequera”, de la Naviera de José de Navas Escuder de Bilbao, el cual, los desembarcó en el puerto de Algeciras. (7).

El comandante Albrecht Brandi, era consciente que por este ataque, sería perseguido por las fuerzas navales aliadas. Después del hundimiento del destructor británico “Puckeridge” no se podía emerger y observar si había o no supervivientes así que como narraba el 2º oficial del “U-617”, bajaron a 25 metros y se navegó durante media hora hacia el sur, hacia la costa de Marruecos y estando a la altura de Ceuta, el submarino se posó en el fondo. (7).

Brandi, decidió esperar a la llegada de la noche, las baterías de los motores eléctricos utilizados durante la navegación bajo el agua, debían de ser recargadas para emerger o navegar a motor diesel en superficie y así poder reponer dichas baterías. Navegó hacia el este, costeando por la orilla marroquí en aguas españolas, dentro de la zona de tres millas donde Brandi, sabía que no le buscarían. Su objetivo era ubicarse al sur de la isla de Alborán lugar transitado por los convoyes que portaban material, pertrechos, armamento, munición y suministros para las fuerzas aliadas. (7).

Basado en los recuerdos del 2º oficial Ferdinand von Arco, al parecer, poco después de la media noche del sábado 11 de septiembre, mientras los oficiales jugaban a las cartas, desde el puente gritó el timonel jefe 3r oficial, del submarino “U-617” “¡Flieger!”, alarma dada en caso de divisar a la aviación enemiga y no existir tiempo material para sumergirse, en caso de detectarse a la aviación pero existiendo tiempo de efectuar inmersión ,se daba la voz de “¡Alarm!”. Efectivamente un avión había efectuado acto de presencia, hallándose ya demasiado cerca. Von Arco, contaba que vió saltar al capitán Brandi en dirección a la vela (torreta del submarino), oyéndose en ese instante la detonación de tres bombas. Acto seguido, se oyó la voz del capitán desde el puente, dando la orden de subir deprisa dado que el submarino se hundía. Al llegar a la parte central de la nave, el 2º oficial Von Arco, observó a la tripulación agolpada bajo las escaleras de subida al exterior. Al parecer las escaleras de subida y de bajada, confluían en el último tramo y por el cual, sólo pasaba el cuerpo de una persona. Mientras tanto, el capitán Brandi, continuaba gritando que se subiera rápidamente ya que el sumergible se hundía. Al ver semejante espectáculo, Von Arco les espetó gritando “…¡No empujéis, yendo despacio terminaremos antes!...” . La advertencia, resultó inútil. (7).

El conde Von Arco, conocía el sumergible como la palma de su mano, decidiendo en ese momento todo y a pesar de la oscuridad reinante en el buque, dirigirse hacia donde se hallaban las ruedas de los ventiladores a presión e inyectó aire en todos los tanques. Él inicialmente no se percató que el submarino volvía a flotar. Se había acordado de un consejo dado por su madre en la que le decía que en momentos de necesidad acudiera a la Virgen, recordando en esos momentos, una oración de su infancia:

“…María, extiende tu manto sobre nosotros,
Protégenos con él mientras rezamos de rodillas,
hasta que pase la tormenta.
Patrona llena de bondad,
cuida siempre de nosotros…” (7).

Al acabar su rezo, Von Arco, recordaba que sintió una gran tranquilidad, a pesar de los gritos del capitán en el puente, sentía que la Virgen le había escuchado. Llevaba a cabo los movimientos como un sueño, sin pánico, sin intranquilidad, como “…si me dirigiera un poder superior…” recordaba el 2º oficial, cosa no obstante que no le impidió ir a la sala de oficiales, tomar su pistola y pegarse un tiro si las cosas empeoraban y se hundiera con el submarino, recordaba que pensaba que “…no me voy a ahogar como una rata, eso ni pensarlo…” (7).

Las seis cargas de profundidad que le había arrojado el avión “Wellington” del 179 Escuadron de la Royal Air Force (RAF), (A) que había localizado al submarino a las 00:50 horas del domingo 12 de septiembre de 1943, habían hecho explosión a babor y estribor del submarino, las onda expansiva de las cuales actuando como una pinza elevaron al sumergible del agua. Von Arco, recordaba haber visto como a unos 300 metros del “U-617” como ardían los restos del avión sobre el agua, cosa no obstante que no fue así ya que lo que ardía al parecer, eran bengalas. Von Arco, pensaba que se le había derribado con la artillería antiaérea con la que iba dotado el submarino, compuesta la misma de dos cañones gemelos de 20 mm y un tercero de 37mm, observando más tarde que no había podido ser dado que con el efecto de las explosiones, la artillería había quedado desencajada de sus fijaciones, quedando inutilizada. (7).

Otros daños sufridos por el submarinos fueron la inutilización de los dos motores eléctricos, cosa que hacía imposible su navegación en inmersión, uno de los diesel, también fuera de combate y el segundo, quedó desencajado. Este último gracias al teniente ingeniero Jefe Karl Günther Klemz y sus mecánicos pudo ser reparado y permitir al submarino navegar todo y que no podía superar la velocidad de 5 nudos. Las explosiones, habían causado al submarino grietas por las que entraba agua de mar que en contacto con los ácidos de las baterías, generaba cloro y sus gases, eran venenosos, motivo por el cual, en el interior del “U-617” solo podían permanecer tres personas ataviadas con máscaras antigás. Para esto, Brandi, había pedido voluntarios, presentándose ocho de los cuales, Von Arco recordaba con orgullo, que seis eran como él, austríacos. (7).

El piloto del “Wellington” observó que el submarino tenía problemas muy serios para ser gobernado e informó a su base, motivo por el cual se ordenó la salida de un segundo “Wellington” (D) el cual llegó al teatro de operaciones a las 03:15 horas. Como se observó que el sumergible parecía dirigirse hacia aguas neutrales, le atacó lanzando sus 6 cargas de profundidad. En ese momento, Albrecht Brandi y Ferdinand Von Arco, se hallaban fumando en cubierta cuando oyeron antes del ataque de nuevo el grito de “…¡Flieger!...” que provenía del oficial que se hallaba en esos momentos de guardia. Las cargas cayeron a unos tres metros de estribor, cosa que remojó a toda la tripulación que se hallaba en cubierta. Poco después, el 2º “Wellington”, atacó con cohetes que impactaron en la vela y el puente, lanzándoles posteriormente fósforo o napalm, cosa que destrozó los chalecos salvavidas. En último acto, les ametralló, efectuando hasta ocho pasadas durante las cuales, la tripulación usaba la vela como parapeto al grito de “…¡avión a babor, todos a estribor!…” y viceversa. El 2º oficial Von Arco, recordó este ataque como el peor de su vida. Tras la octava pasada, recordó que los submarinos, llevaban 2 ametralladoras para utilizarse en operaciones en tierra, no lo dudó las fue a buscar, las subió al puente donde las instaló y con ayuda de otro tripulante que le ayudó con la munición hizo fuego contra el atacante. A la segunda ráfaga, cesó la agresión pero empezó a volar en círculos a unos 500 metros del submarino y cada 100, lanzaba una boya luminosa para señalizar su derrota todo y que este, navegaba en “zig-zag”.

Con rumbo hacia la costa, el “U-617” iba avanzando lentamente hasta que llegó a un punto de la misma, Von Arco, recuerda que era rocoso, al parecer, se trataba de Afrau entre el cabo Tres Forcas y el cabo Quilates, recordaría años más tarde en una visita efectuada a Melilla que habían embarrancado en la desembocadura de un río, normalmente seco en verano, un “wadi”. Era una zona arenosa que daba inicio, justo al terminar los acantilados de cabo Tres Forcas y que se interrumpía un poco más hacia el oeste por otra nueva zona rocosa, a unos 6 u 8 quilómetros de Tres Forcas. Recordaba que no había población alguna, sólo una especie de aldea tierra adentro, pudiendo tratarse quizás de un aduar rifeño. (7).

Al ver que se acercaban a la costa y que podía ser peligroso para el buque, Von Arco, advirtió al capitán Brandi del peligro de embarrancar. El capitán Brandi dio orden de alejarse de la costa pero a una milla de distancia de la costa el “U-617”, embarrancó finalmente quedando escorado sobre 25º a babor. Una vez hubo varado el submarino, el capitán Albrecht Brandi, dio la orden de hacer marcha atrás a toda máquina con los dos motores, cosa que no fue posible dado que uno de ellos, había quedado inutilizado durante el ataque del primer avión “Wellington” y el segundo apenas tenía fuerza para tal maniobra. La mayor parte de la tripulación, saltó al agua y a nado empezaron a dirigirse hacia la costa. Von Arco, a toque de silbato les ordenaba regresar pero Brandi le dijo, “…déjelos nadar, ya no tiene sentido hacerlos volver a subir. Que naden hacia la playa y esperen allí nuevas órdenes…”. Los marineros que quedaban a bordo, siguiendo instrucciones, destruyeron la máquina “Enigma”, sus cilindros, y los códigos de esta ya que no podían caer en manos aliadas, lanzándolos al mar. Los códigos, estaban escritos con tinta indeleble la cual se borraba al contacto con el agua. (7).

El 13 de septiembre de 1943, lunes, hicieron acto de presencia en el lugar del hundimiento, los escuadrones de aviones “Hudson” y “Swordfish” 48º, 233º, 833º y 886º que habían despegado desde la base inglesa de Gibraltar, con las órdenes de volar por los aires el submarino “U-617”, después, hicieron también acto de presencia el bou “Harlem” (F), la corbeta “Hyacint” ambos bajo bandera inglesa y el minador australiano “Woollongong”, los cuales, cañonearon al “U-617” con la intención de romperlo en pedazos. Esta acción, fue suspendida al caer algunos proyectiles “rebotados”, en un pueblo adyacente de la costa, matando a una persona e hiriendo a varias más, momento en que la Artillería española rompió el fuego contra la flota atacante y haciéndola desistir de continuar. (7).

Hubo un intento por parte germana de destruir antes de abandonar definitivamente el sumergible y fue mediante una idea que tuvo el primer oficial, el primer teniente o alférez de navío Georg Gautier. Se trataba de hacer estallar en el interior de la nave uno de sus torpedos el cual destruiría la nave cabiendo incluso la posibilidad de desembarrancarla y mandarla al fondo. El capitán Brandi se negó inicialmente a llevar a cabo esta idea de Gautier, llegando a prohibirla ya que si saltaban al agua es de suponer que por la onda expansiva de la explosión esta podría llegar a partirles la columna, no mejor suerte les esperaba si se quedaban en el submarino. Aún y así, Von Arco y Gautier, decidieron desobedecer la orden aún a sabiendas que podían ser juzgados en consejo de guerra. Ante esta actitud de sus oficiales, el capitán Brandi decidió quedarse a bordo. El teniente ingeniero Klemz, era el encargado de accionar el detonador del torpedo desde tierra. En un bote de goma, se evacuó el resto del material secreto y el uniforme blanco con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble del capitán Albrecht Brandi. (7).

El preparativo para volar el “U-617” fue llevado a cabo por Von Arco y el Jefe de la Marinería. Este consistió en colocar una carga explosiva en un torpedo y rociarlo todo con 40 litros de gasolina. Una vez se hubiera activado disponían de un tiempo comprendido entre 5 y 7 minutos antes de que hiciera explosión. El dispositivo consistía en empapar un trapo o paño en gasolina, prenderle fuego y echarlo una vez ellos estuvieran fuera del sumergible por la escotilla de la vela, este prendería la gasolina y el fuego haría detonar el explosivo el cual colocado bajo el torpedo, haría que este estallara. La maniobra se llevó a cabo de esta forma. Los cuatro tripulantes, decidieron esperar a que explotara en posición de firmes sobre la popa. El primer oficial Georg Gautier, contaba el tiempo en voz alta, el capitán Brandi, le ordenó que se callara y que todos, se echaran sobre la cubierta ya que en pie, lo único que conseguirían sería salir despedidos por los aires.

El torpedo finalmente estalló. Por la escotilla, salió una llamarada que alcanzó los 100 metros de altura aproximadamente. El submarino, quedó impertérrito y los cuatro tripulantes, salieron ilesos. (7) Entonces, ¿a qué podía ser debido que el sumergible no estallara en mil pedazos?. La respuesta se podía hallar en que Von Arco, que fue el último en abandonar el interior del submarino al salir al exterior por la vela del mismo, olvidó cerrar la escotilla, cosa que si se hubiera hecho tanto por la acción del explosivo como por la concentración de gases desprendidos por la deflagración, hubieran reventado el mismo pero, al dejar la escotilla abierta, lo que pasó es que aquello se convirtió en una especie de cañón, los gases, encontraron la salida por la escotilla de la vela.

A las 06:15 horas, se acercó al lugar donde se hallaba el submarino, un bombardero “Hudson” (H) a efectuar un reconocimiento al haber contemplado la explosión y posteriores llamas. Fue entonces cuando observó que en la costa, había náufragos secando la ropa al sol y con ellos, botes de goma. (7).

En tierra, los marinos germanos creían a Brandi, Von Arco, Gautier y a un cuarto marino muertos a consecuencia de la explosión del submarino, cuando aparecieron en la playa. El capitán Brandi, ordenó lanzar las armas al mar dado que los españoles, eran un pueblo amistoso, cosa que se hizo, quedando solamente la pistola del conde Von Arco. Ubicado a unos 5 quilómetros al este, sobre el cabo de Tres Forcas, había un fuerte y hacia allí, se dirigieron los náufragos. Al poco rato de abandonar la playa, fueron testigos de los últimos intentos británicos por hundir el submarino. Según cita Santiago Mata en su libro, el historiador Roy Nesbit, confirmaba que en la mañana del 12 de septiembre, el submarino fue atacado por bombarderos “Hudson” del 48º y del 233º Escuadrón de la Royal Air Force (I), esta vez si que se usaron cohetes y cargas de profundidad. El objetivo, no fue conseguido. (7).
Mientras tanto, a los marinos germanos que habían satisfecho su hambre comiendo sandías recogidas de un campo cercano, les salió al paso una columna española automóvil que les recogió. El mismo 12 de septiembre, fueron trasladados en autobús al acuartelamiento de la Legión en Nador, lugar en el que estuvieron entre 2 y 3 semanas. De ahí, fueron trasladados a la península, inicialmente a bordo del cañonero “Dato”, llegando a Cádiz en diciembre de 1943, donde quedaran internados en “La Carraca” (11) (J), donde quedaron internados hasta el final de la guerra.(7). Sólo quedaron en Melilla, el 2º oficial Ferdinand Von Arco en calidad de acompañante de un miembro de la tripulación que debía de ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Militar de Melilla.

El Käpitan-Leutnant Albrecht Brandi, durante un traslado al parecer desde Algeciras a Madrid por ferrocarril, consiguió evadirse, presentándose en la embajada alemana en Madrid, donde se le proporciona un pasaporte falso, cruza la frontera y se presentó en Berlín (11). En el libro de Santiago Mata, se menciona que llegó hasta la base de submarinos alemanes en Tolón. (7).

Mientras tanto, el teniente Ferdinand Von Arco, especialista en explosivos, recibió un comunicado desde Berlín. Se le ordenaba volar el submarino “U-617”, el cual, seguía resistiéndose a hundirse en aguas del Mediterráneo. A Von Arco, le fue dada más información por el agregado militar alemán. El cónsul germano en Tetuán Kramer, le suministró los explosivos a Von Arco y este, contrató una barca de pesca “con un timonel hábil y discreto” para llevar a cabo su misión. (7).

Llevó a cabo la misma una noche sin luna, zarpando de Melilla. Llegados al sumergible, colocó la carga en un tubo de torpedos y tendió cable hasta una distancia prudente, donde accionó el detonador sin éxito. Von Arco, lo intentó una segunda vez con una carga más potente. Tampoco consiguió su meta. Finalmente, para hundir el submarino que se resistía a bajar a las profundidades, el OKM consiguió la colaboración de la Armada española para llevar a cabo esta misión, por mediación del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. A finales de octubre de 1943, salió desde Melilla a bordo del dragaminas español “Larache”. Llegados al punto donde se hallaba el submarino, un buceador colocó una carga explosiva bajo el casco la cual, tras explotar, consiguió hundir el sumergible. Von Arco comentaba tiempo después: (7).

“…Por una parte me alegré de haberlo conseguido por fin. Pero por otra parte fue para mí un momento muy penoso al ver como nuestra armadura, que nos había llevado de triunfo en triunfo y que luego nos protegió de los aviones, con sus bombas de fósforo, cohetes, cañones y ametralladoras, después de cumplir su trabajo, se hundía para siempre en el abismo. En esos momentos siente uno como si perdiera a un buen amigo…” (7)

Novena y décima patrulla
20 de diciembre de 1943, destinado como nuevo comandante del submarino “U-380”, zarpa de Toulón para tras permanecer 33 días en el mar en la que sería su novena patrulla, regresar de nuevo al viejo puerto francés el 21 de enero de 1944.

Otro mando asignado, esta vez, el del submarino “U-967”, zarpó de Toulón el 11 de abril de 1944, en la que sería su décima y última patrulla durante la Segunda Guerra Mundial, y tras un crucero de 37 días, regresó de nuevo a su punto de partida el 17 de mayo de 1944. (1). En este viaje, atacó y hundió al buque de nacionalidad norteamericana “Fechteler” de 1.300 toneladas, el 5 de mayo de 1944. En junio, el Capitán de Corbeta Albrecht Brandi, cayó gravemente enfermo motivo por el cual debió de regresar de nuevo a su base. Fue nombrado comandante de todas las fuerzas submarinas en el Mar Báltico. Ese año, añadiría en fecha 19 de mayo, las Espadas a su Cruz de Caballero y el 24 de noviembre, los diamantes como premio a los méritos contraídos y comportamiento observado en el mar durante las acciones de guerra, a su Cruz de Hierro, la cual ya había sido galardonada con las Hojas de Roble. En el mes de diciembre, ascendería al empleo de Capitán de Fragata. (3)

En 1945, último año de la guerra, Brandi sería nombrado jefe de la flota de submarinos mini, “los Biber”. (3) Estos, eran embarcaciones de un solo tripulante de las cueles entraron en servicio 324 unidades. Se tenía la esperanza de poderla transportar en grandes cantidades a puntos desde los cuales dado su limitado radio de acción, pudiesen atacar a la flota de invasión. Pesaba 6,25 toneladas, sus medidas eran 9 metros de eslora x 1,60 de mástil x 1,30 de manga. Estaba propulsado por motores eléctricos y de combustible de un eje. Sus motores eran BHP/SHP 32/13 que podían desarrollar una velocidad de 6,5/5,25 nudos /125/10 m a 6,5 nudos). Su armamento estaba compuesto de 2 torpedos de 21 pulgadas. (4).

Finalizada la guerra, Albrech Brandi sufrió cautiverio en Canadá y una vez liberado en septiembre de 1945, trabajó en la construcción, (en la página dedicada a Albrecht Brandi en U-Boat.net, se dice que en calidad de albañil). Posteriormente, estudió arquitectura, pasando a ser un arquitecto célebre en su ciudad natal de Dortmund y en otros países como Arabia Saudita. Durante tres años, Brandi, fue presiente del Bund Deustcher Architekten en Dortmund. Fue gobernador del Distrito de Westfalia en Alemania. A su muerte, acaecida por enfermedad el 6 de enero de 1966, asistieron miembros de la Armada alemana que le rindieron honores así como antiguos compañeros de su tripulación el “U-617”. Un compañero suyo, el Capitán de Fragata Reinhard Suhren, le definió como:

“…Ritter und ohne Furcht Tadel…” (Caballero sin miedo ni defectos).

Tripulación submarino “U-617” el 12 de septiembre de 1943. (5), (12)

Comandante

Teniente de Navío (Kapitän-Leutnant) Albrecht Brandi. (*20/06/1914 + 06/01/1966).

Oficiales.

Teniente Ingeniero (Oberleutnant-Ing) Karl Günther Klemz
Alférez de Navío (Oberleutnant zur see I WO) Georg Gautier 1r Oficial.
Alférez de Navío (Oberleutnant zur see II WO) Ferdinand Von Arco 2º Oficial. (*06/06/1921 +19/02/2004).
Alférez de Navío (Oberleutnant zur see) Ferdinand Von Arvo.
Alférez de Navío (Oberleutnant zur see) Erich Niester. (*19/09/1921 +26/03/2005).
Alférez de Fragata (Oberfähnrich) Helmut Beck.

Contramaestres.

Contramaestre (Bootsmann) Heinz Appelt.

Suboficiales.

Sargento 1º (Oberbootsmannmaat)

Alfred Haremsa
Kurt Skusa..

Sargento (Bootsmannmaat).

Willi Schmidt.
Karl Storck.

Cabos de Marineria (Matrosengefreiter)

Willy Bayer.
Othmar Duschek. (*19/1271923 +12/12/1996).
Fritz Herget
Werner Hundt.
Walter Knoop.
Helmut Kusch.
Karl Linder.
Helmut Neuman.
Walter Pfaffelmayer (*27/01/1924 + 29/12/2008).
Willi Ringleb.
Erich Zygar.

Marinero (Matrosen)

Günter Gnorski.

Cabo 1º de Máquinas (Maschinenobergefreiter).

Paul Plumper. (*08/03/1922)

Cabo de Máquinas (Maschinengefreiter)

Günter Hoffman.
Alois Kratzemeier.
Kurt Liebig.
Ernst-August-Heinz Lüning (*31/03/1921 + 10/05/1983)
Artur Plumacher.
Werner Rehtanz.
Rudi Rother.
Alfred Rudolph.
Walter Schellenberger.
Herbert Schönbeck.
Walter Stoll.
Heinz Warnecke.
Heinz Wick. (*22/0271918 + 26/07/1944. Falleció por Sepsis de hígado en el Hospital de Launenburg).

Marinero de Máquinas (Maschinenmatrose)

Siegfred Böck.
Paul Funk.
Edmund Günter.
Hans Patzelt

Cabo Mecánico (Mechanikergefreiter).

Hans Schaufuhs.
Gerhard Schulz.
Wilhelm Weiderman.

Marinero mecánico (Mechanikermatrose)

Ernst Mohr. (*16/09/1920 + 26/02/1982).

Obermaschinemaat. (Sin equivalente español)

Wilhem Diederichs.
Edmund Meier.

Cabo de Trasmisiones (Funkgefreiter).

Josef Scholz.
Werner Zerge.

Marinero Operador de radio (Funkmatrose)

Walter Engelhardt.
Martin Krausse.

Intendente (Obersteuermann)

Wilhelm Jalke.
Wilhelm Talke.

Sanitario (Sanitätsmatrose).

Karl-Heinz Krause. (SanOmt).

Sin ubicar puesto a ocupar en el submarino “U-617”

Willy Kuzborsky. Falleció en Hamburgo.
Karl Müller.
Walter Wittwer.

Rangos alcanzados por Albrecht Brandi. (1)

5 de abril de 1935, Offiziersanwärter.

25 de septiembre de 1935, Seekadett. Debía de ser un cadete.

1 de julio de 1936, Guardiamarina. (Ver zur Fähnrich).

1 de enero de 1938, Subteniente (Ver zur Oberfähnrich).

1 de abril de 1938. La traducción, equivale a un teniente junior, que debía de ser el equivalente a un alférez o 2º teniente. En la marina de guerra alemana hasta 1930, los cadetes necesitaban una permanencia de 4 años y medio para alcanzar el empleo de teniente (Leutnant). A partir de 1938, los oficiales necesitaban una permanencia más reducida, siendo esta vez de 2 años y seis meses para alcanzar este empleo. (Leutnant zur Ver).

1 de octubre de 1939, En este caso, la traducción sería la de teniente senior, pudiendo tratarse de un primer teniente. Referente a este empleo, y trasladados a la marina de guerra alemana de la época, en los años anteriores a la guerra el oficial con el empleo de teniente, necesitaba una permanencia de un año a 6 o 9 meses antes del ascenso a Oberleutnant (Por encima de teniente)( Oberleutnant zur Ver.)

1 de octubre de 1942, Kapitänleutnant. El capitán-teniente, equivaldría al actual Teniente de Navío que trasladado a los Ejércitos de tierra y aviciación, equivaldría al empleo de capitán.

8 de junio de 1944, Capitán de Corbeta (Korvettekapitän.), equivalente en Aire y Tierra a Comandante.

18 de diciembre de 1944, Capitán de Fragata (Fregattenkapitän). Equivalente en los Ejércitos de Tierra y Aviación a Teniente Coronel.

Condecoraciones obtenidas. (1)
Abril de 1940, Placa de guerra de cazaminas.
Abril de 1940, Cruz de Hierro de segunda clase.
Abril de 1940. Cruz de Hierro de primera clase
8 de octubre de 1942, Placa de Guerra Submarina de 1939.
21 de enero de 1943, Cruz de Caballero.
11 de abril de 1943, a su Cruz de Caballero añade las Hojas de Roble.
29 de mayo de 1943, Medalla de plata al valor militar en el campo de batalla, otorgada por Italia.
19 de mayo de 1944, a su Cruz de Caballero con Hojas de Roble, añade las Espadas cruzadas.
Julio de 1944, Placa de Guerra Submarina con diamantes.
24 de noviembre de 1944, a su Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas cruzadas, añade los diamantes.

Destinos. (1)

Crucero “Karlsruhe”.
Dragaminas “M-1”. Será nombrado comandante de este en 1940.
Sumarino “U-552”, (“Diablo Rojo”), comandante en prácticas y a finales de 1941.
Submarino “U-617”, comandante del 9 de abril de 1942 al 12 de septiembre de 1943.
Submarino “U-380”, comandante y de diciembre de 1943 al 11 de marzo de 1944.
Submarino “U-967”, comandante y de abril de 1944 al 1 de julio de 1944.

Características del submarino VII C. (9)
De los submarinos de la clase VII, fueron fabricadas diferentes versiones que fueron VII A, VII B, VII C, VII C/41, VII C/42, VII D y VII F. Las unidades del modelo VII C, fueron las más fabricadas con un total de 568 sumergibles, siendo el más representativo en el Atlántico, tenía los mismos motores que su homólogo el VII B pero siendo un poco más grande. Llevaba incorporado un sonar “Such Gerat” y su sistema de inmersión más rápido, nuevos motores eléctricos y mejorados los compresores de aire. A finales de la guerra (1944-45), a algunos modelos del VII C, les fue incorporado el “Snorkel” un sistema de toma de aire exterior que permitía navegar a motor diesel bajo el agua.

Su motorización eléctrica estaba compuesta de dos motores 2BBC (Brown-Boveri & Co), GG UB 720/8 (Garbe Lahmeyer) RP 137/c o SSW (Siemens –Schuckert-Werke) GU 343/38-8 que desarrollaban la misma potencia que los AEG de los submarinos VII B (750 CV).

Algunos modelos del VII C fueron modificados para reconvertirlos en “U-Flak”, un sumergible dotado de un fuerte sistema antiaéreo. Contaba con 2 cañones de 20 mm en la plataforma superior y un arreglo Flakvierling de 4 cañones de 20 mm en la inferior.

Sus características técnicas eran:
Desplazamiento en superficie, 769 toneladas.
Desplazamiento en inmersión, 871 toneladas.
Eslora total, 67,1 metros.
Eslora casco de presión, 50,5 metros.
Ancho total de la nave, 6,2 metros.
Ancho del casco de presión, 4,7 metros.
Altura, 4, 74 metros.
Potencia en superficie, 2.400 kw. (2 supercharged Germaniawerft, 6 cilindros, 4 válvulas M6/V 40/46 diesels de 2.800-3.200bhp. Máxima rpm 470-490.
Potencia sumergido, 560 kw, de iguales características al anterior.
Velocidad en superficie, 17,7 nudos (33 km/h).
Velocidad en inmersión, 7,6 nudos (14 km/h).
Autonomia en superficie, 15.170 kms.
Autonomia sumergido, 150 kms.
Máxima profundidad operacional, 230 metros.
Profundidad máxima alcanzable, de 250 a 290 metros.
Tripulación compuesta entre 44 y 52 personas.
Cañón de cubierta, C35 de 88mm/L45 con una dotación de 220 proyectiles.
Armas antiaéreas, varias.
Tubos lanzatorpedos, 4 (un reducido número submarino del modelo VII C, sólo tenía 2).
Tubos lanzatorpedos a popa, 1 (igual que en el caso anterior, un reducido número del submarino del modelo VII C, carecía de ellos).
Dotación de torpedos, 14.
Minas, 26.

Notas:
(A). El avión “Wellington” del 179º Escuadón de la Royal Air Force que detectó al submarino de Albrecht Brandi, la noche del 12 de septiembre de 1943, iba pilotado por el Jefe de Escuadrón D.B. Hodgkinson,, portando como distintivo en su fuselaje la letra P. No fue derribado como creyó el 2º oficial del “U-617” el conde Ferdinand Von Arco. Dicho aeroplano, captó por radar al sumergible y bajó hasta localizarlo con con la luz de la luna y así iluminarlo con el foco “Leigh Light”, antes de atacarle con cargas de profundidad. Su artillero, el Sargento L. Mitchell, ametralló la cubierta del submarino con una “Browing” de 7,7 mm. Por esta acción, D.B. Hodgkinson, recibió la Cruz de Méritos de Aviación (B) y su artillero la Medalla de distinción en vuelo.(C) (7).

(B). Distinguished Flying Cross. (7).
©. Distinguished Flying Medal. (7).

(D). El segundo “Wellington”, pertenecía igualmente al 179 Escuadrón e iba distinguido en su fuselaje con la letra “J”. Su piloto era el Pilot Officer W.H. Bruini y el artillero de cola entre otros miembros de la tripulación, era el Sergeant Flight (Sargento de vuelo) W. Jones. Durante las pasadas que efectuó sobre el “U-617” ametrallándolo, al sacar Von Arco las ametralladoras del interior del submarino y hacer fuego contra el avión (al parecer con dos ráfagas el avión cesó en su ataque), el sargento Jones, resultó herido, no percatándose nadie de la tripulación hasta que a las 4 de la mañana, le encontró muerto en su puesto otro tripulante- Al cesasr en la agresión este aparato, el submarino de Brandi, se hallaba en la posición 35º 13’ N – 3º 21’ W. (7).

(E). El Conde Ferdinand Von Arco
Nació en Gotschdorf Jägendorf en los Sudetes el 6 de junio de 1921. Ingresó en la Armada alemana el 1 de enero de 1941 como cadete. A finales de año, el 1 de diciembre de 1941, era nombrado Guardiamarina de 2ª. 1 de octubre de 1942, Guardiamarina de 1ª, Fue promovido al empleo de Segundo teniente o alférez de fragata el 1 de julio de 1943. (1). Se incorporó a la dotación del submarino “U-617” en el mes de julio de 1943 en la base de la 29ª flota de submarinos en Tolón, como 2º oficial (7). En septiembre de ese año (1943), le fue concedida la Cruz de Hierro de 2ª clase. Después de servir como 2º oficial en el submarino “U-617”, el 1 de enero de 1945, obtenía el empleo de 1r teniente o alférez de navío, siendo nombrado comandante del U-151, el 1 de septiembre de 1944, estando al frente del mismo hasta el 2 de mayo de 1945. No se le registraron patrullas marítimas. (1). Contrajo matrimonio con Elisabeth Pallavicini. (8). El conde Ferdinand Von Arco, falleció en Viena (Austria).

(F). Los “Bou”, durante la guerra civil española de 1936-39, eran pesqueros, bacaladeros, o buques pequeños a los cuales, se dotó de artillería y estaban destinados a la protección de convoyes y patrullas en el mar. Durante la contienda hispana, fue célebre la actuación de estos en la batalla de cabo Machichaco el 5 de marzo de 1937, al batirse cuatro de estos, el “Guipúzkoa”, el “Nabarra”, el “Bizkaya” y el “Donostia”, contra el crucero “Canarias” en aguas del mar Cantábrico. (10).

(G). El destructor de escolta “HMS Puckeridge” que se hallaba bajo el mando del teniente John Cecil Cartwright y navegaba rumbo a Orán,, fue alcanzado por dos de los cuatro torpedos lanzados por el “U-617” el 6 de septiembre de 1943. Se hundió a 40 millas náuticas de Gibraltar, en la posición 36º 06’ N – 04º 44’ W. (1).

(H). Este bombardero “Hudson”, con la letra “W” pintada sobre su fuselaje, iba pilotado por el “Flying Officer” Henderson. Pertenecía al 48º Escuadrón.

(I). Royal Air Force, Real Fuerza Aérea británica.

(J). Salvador Mata, comenta que quedaron internados en Sevilla hasta el final de la guerra. Según otro autor, Juan Carlos Salgado, pensaba que lo más probable era que los marinos germanos, fueran trasladados a Cartagena.

Fuentes:
(1). “Uboat.net”, en Internet.
(2). “Westerplatte”, en Vikipedia, enciclopedia libre en Internet.
(3). “Albrecht Brandi”, búsqueda en Vikipedica, enciclopedia libre en Internet.
(4). “Submarinos, la amenaza secreta” de David Mason, Editorial San Martín, “Historia del siglo de la violencia”, armas, libro núm. 28, Madrid 1977.
(5). “Uboot Waffe.netos, Kriegsmarine y la historia de los U-Boats”Tripulación del Submarino “U-617” el 12 de septiembre de 1943, en Internet.
(6). Foro de Estudio de la Segunda Guerra Mundial en Internet.
(7). “U-Boat durante la Segunda Guerra Mundial” de Santiago Mata.
(8). Geneanet. Busqueda “Von Arco”.
(9). “Submarinos de la clase VII” en Vikipédia enciclopedia libre en Internet.
(10). “Combate naval de cabo Matxitxaco, 5 de marzo de 1937” de Juan Pardo San Gil, publicado en Internet.
(11). “U Historia”, información facilitada porel forista Juan Jaramillo y Blasco.
(12). “Rangos en la Kriegsmarine”, en “U Historia” en Internet.

Hans Nicolás i Hungerbühler, 17 de mayo de 2010